En los cursos de 1º y de 2º hemos aprendido muchas cosas sobre el Otoño con una organización de la clase distribuida en Estaciones.
Mesa sensorial de Otoño con elementos naturales en la que desarrollamos los sentidos (texturas, sonidos, olores, colores...), ampliamos el pensamiento científico (clasificamos, comparamos, categorizamos, estimulamos la curiosidad natural y la observación...), disfrutamos del juego simbólico, practicamos la motricidad fina (manipular, hacemos trasvases, mejorar la coordinación ojo-mano, la pinza digital, fortalecemos dedos y manos...), ampliamos el vocabulario (nombrar elementos del Otoño, describir sensaciones, introducir nuevos conceptos...), desarrollamos la creatividad y la imaginación (creando composiciones naturales, inventando historias con los elementos, combinando materiales libremente...), practicamos habilidades sociales (compartir, colaborar, respetar turnos...), y tenemos presente la conexión con la naturaleza (identificando elementos propios del Otoño, comprendiendo los cambios de estación...) a la vez que despertamos interés y respeto por el entorno natural.










Educamos la mirada afinando la percepción visual, reconociendo matices, organizando el pensamiento y desarrollando una observación atenta del entorno.
Utilizamos un material que nos ayuda a diferenciar tonos, identificar gradaciones a la vez que entrenamos la capacidad de concentración.
Educando la mirada trabajamos la discriminación visual fina (distinguir variaciones mínimas de un color), mejoramos la atención y la concentración (nos enfocamos en el detalle y aprendemos a mirar con intención), desarrollamos el pensamiento lógico (ordenar y clasificar colores favorece el razonamiento, la secuencia y la comparación), la estética y la sensibilidad artística (al observar matices, desarrollamos el gusto por la armonía y el equilibrio visual) y aprendemos sobre el lenguaje cromático (incorporando palabras como tono, claro, suave, intenso...).
Haciendo mandalas con piezas sueltas (piedras, semillas, elementos naturales, materiales no estructurados...) desarrollamos habilidades cognitivas como atención y concentración, pensamiento matemático (simetría, patrones, seriación, secuencias, geometría...), planificación y organización y resolución de problemas (ajustar el diseño, cambiar piezas, buscar balance visual...).
Fomentamos la creatividad y la expresión, experimentando con color, formas, tamaños y texturas. Cada mandala refleja un estado interno o una idea.
Mejoramos las habilidades motoras como la motricidad fina (manipulación precisa de piezas pequeñas), la coordinación visomotora (ojo-mano para colocar cada elemento en su lugar) y la percepción espacial (proporciones, distancias y equilibrio visual).
Practicamos habilidades socioemocionales como la autoregulación y calma, paciencia y persistencia, disfrute del proceso y colaboración.
La conexión con el entorno también está presente cuando las piezas son naturales y además las hemos recogido de nuestro patio del cole. De esta manera potenciamos la sensibilidad hacia la naturaleza y la exploración sensorial.
Jugar con la sílaba en estaciones permite a los niños y a las niñas explorar el contenido desde distintos lenguajes, ritmos y perspectivas. Es una forma dinámica y multisensorial de acercarse a la conciencia fonológica.
Es un aprendizaje activo y significativo que potencia mayor participación y motivación.
El alumnado aprende a intercambiar ideas, llegar a acuerdos, explicar lo que han comprendido y enseñar a otros/as reforzando su propio aprendizaje.
Jugamos al juego de El Lince con el vocabulario de Otoño. Así es como desarrollamos funciones ejecutivas. Planificación, organización, memoria de trabajo, control inhibitorio (esperar turno, seguir instrucciones...), flexibilidad cognitiva...
En la estación de "Tira el dado y dibuja" la actividad combina azar, creatividad y expresión gráfica.
Desarrollamos la creatividad y la imaginación, estimulamos la expresión artística, fomentamos la atención y la comprensión de consignas, impulsa la autonomía, trabajamos la motricidad fina, desarrollamos habilidades que potencian el pensamiento divergente y potenciamos el lenguaje oral.
¡Y es que jugando en las estaciones aprendemos un montón y nos lo pasamos genial!